Por Luz Hermín
Con sus respuestas evacuó un montón de dudas. La información brindada y los consejos eran aprovechables para todo aquel que quisiera comenzar una carrera como escritor. Me imaginaba un poco más dinámica la instancia, llegó un momento en el cual se hizo un poco tediosa, las respuestas eran muy largas y muchas veces no llegaban a explicar completamente lo planteado.
El final es lo más rescatable de la nouvelle, ya que te deja con intriga por “cerrar” el relato. La función del escritor en Uruguay es arriesgada porque no es bien valorada, no por no ser interesante, sino porque el mercado de consumo de libros no es tan fuerte como en otros países. Pasan horas aislados trabajando en sus obras y muchas veces no son reconocidos. Escucharlo me dejó más dudas que respuestas. Dio a entender que muchas de las acciones que formaban el relato eran casualidad o simple suerte. No era un amplio conocedor literario y tampoco le cerraban muchas cosas del cuento. Muchos de los hechos que parecían a propósito, confesó no haberlo notado. Torquator fue tomando forma sin que el autor muchas veces se diera cuenta.
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