jueves, 28 de agosto de 2014

Crítica de TV: "Verano Perfecto"

Por Noelia Da Fonseca








El programa televisivo “Verano perfecto” es emitido de lunes a viernes a las 14 hs en canal 12. Es planteado como un programa de espectáculo, que inicialmente buscaba opinar, criticar y divertirse con los famosos de Uruguay, hecho que se desvirtuó ya que cada vez el país se deja más de lado y se recurre a la farándula de la vecina orilla. El programa es conducido por un periodista con muy poca experiencia televisiva, lo que causa que salgan al aire errores de organización, confusiones y descuidos reiteradas veces. Cuenta con un panel de cuatro personas no pertenecientes al rubro periodístico que no toman con seriedad las propuestas o invitados, llegando a tratar temáticas de sensibilidad arbitrariamente, mal informados sin respeto hacia la privacidad u opiniones contrarias. ¿Es el uruguayo promedio el que se sienta a ver este tipo de programas toda la tarde? ¿Por qué el repetir una constante de palabras, conductas y actitudes que encontramos precisamente en Argentina? ¿Hay real material e interés en Uruguay ara realizar un programa de “chimentos”?
El problema de ser el espejo de la TV del otro lado del Río se ha convertido en una realidad, en la cual un grupo de 5 personas hablan y juzgan libremente la vida personal y profesional de mediáticos y colegas sin ningún tipo de consideración ni filtros. ¿Qué valores aporta? ¿Qué es lo diferente, el distintivo que lo hace un programa uruguayo? La diversión y el concepto de entretenimiento de programas como “Verano perfecto” distorsionan el sentido de estar mirando televisión. Sentados frente a un aparato que nos cuenta y expone lo interior del ser humano como promoción y numero de rating. ¿Qué es lo creativo? ¿A dónde se apuesta al profesionalismo? ¿Qué es lo que estamos consumiendo con “Verano Perfecto”?


 
No hay dudas que en “Verano perfecto” se intente tocar el humor dentro de los tópicos que trata, pero lo cierto es que carece de buena recepción por el público, los chistes son monótonos, aburridos y muchas veces internos, lo que hace perder al espectador dentro de los códigos de producción, conductores y panelistas. No hay límites en cuanto a los temas que forman parte del entretenimiento, los sarcasmos y las alusiones a los colegas de otros canales son parte diaria del humor de este programa.
Lejos de informar a la gente sobre el mundo y los sucesos interesantes en él, “Verano Perfecto” es encargado de transmitir, opinar y valorar a los artistas uruguayos y argentinos, pero no desde el ámbito profesional sino que desde el ámbito personal, aportando datos, problemáticas y hechos irrelevantes para cualquier persona que no tenga directa conexión con el mundo del espectáculo. Los momentos didácticos y provechosos del programa son los más reducidos y a los que de parte del canal y la producción se les resta importancia. Periodistas totalmente desentendidos del tema, modelos y personas con un cargo con odio han sabido ocupar un lugar en el estudio y jugar a ser opinólogo y periodista de la vida de figuras conocidas de los medios, cuyos hechos rozan lo ridículo y lo absurdo. No hay que negar que evidentemente este tipo de programa existe porque hay un público que lo consume, pero claro está que no se puede pretender inculcar el respeto, los valores y la seriedad a las nuevas generaciones si se está mirando diariamente programas de este calibre.
El entretenimiento pasa por otro lado, y seguramente no sea tan fácil como encargarse de asuntos extranjeros o minúsculos, pero vale la pena tomar conciencia y razonar lo que estamos mirando, aprendiendo y transmitiendo.

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