jueves, 28 de agosto de 2014

Bajo la misma estrella, (The Fault in Our Stars, Estados Unidos, 2014), Josh Boone

Más de lo mismo.
Por Noelia Da Fonseca



 Dirección: Josh Boone. Guión: Scott Neustadter y Michael H. Weber. Elenco: Shailene Woodley, Ansel Elgort, Nat Wolff, Laura Dern, Sam Trammell, Willem Dafoe, Lotte Verbeek. Producción: Marty Bowen y Wyck Godfrey. 

El fetiche de los norteamericanos para con los enfermos terminales y/ o los discapacitados se ha colado de una manera lastimosa en el cine, casi siempre derrapando en lo grotesco y con un acento narrativo que pretende ser “emotivo” según este nuevo estilo. Los representantes más nefastos de la nueva corriente se unieron uno tras otro durante las últimas décadas, por lo que las pantallas padecieron una ola de mamarrachos -entre cursis y sádicos- que convencionalmente gozaron la aceptación de parte de la crítica y el público que “reparte” distintos premios alrededor del mundo. Con el transcurso de los años además de tratar temáticas sensibles y expuestas las películas se han convertido en un montón de películas mezcladoras de romance y desgracia llevadas al extremo, tal es el caso de la película” Bajo la misma estrella”, adaptación del libro de Jhon Green del mismo nombre en donde 12 millones de dólares son invertidos en promocionar 160 minutos de sentimentalismos irracionales, lo fácil y lo estrafalario.
La historia trata de Hazel y a Gus a quienes les gustaría tener vidas más corrientes, son solo adolescentes,  pero si algo les ha enseñado el cáncer que ambos padecen es que no hay tiempo para lamentaciones, porque, les guste o no, solo existe el hoy y el ahora. Es por ello, que con la intención de hacer realidad el mayor deseo de Hazel (conocer a su escritor favorito), cruzarán juntos el Atlántico para vivir una “aventura” contrarreloj con destino a Amsterdam el lugar donde reside el escritor, la única persona que ayuda a “ordenar” las piezas del puzzle del que forman parte.



Si bien el espectador promedio está aburrido de este tipo de películas con el mismo centro, pegando en la misma parte, de similar temática, el argumento viene siendo aceptable hasta el momento del viaje de los protagonistas donde la película se llena de metáforas, aglomeraciones, frases hechas y hechos insólitos, que escapan de la realidad que quizás nos podía ofrecer inicialmente un argumento serio que trata la temática de una enfermedad. Ni Neustadter ni Weber ambientan el guión a lo creíble, lo cotidiano. Todo es extraordinario, todo se vive intensamente, tanto que el público pasa de la sorpresa al rechazo. Que sea una película no significa que deje de tener veracidad y elementos comunes, lo que carece totalmente este filme. Lo terrenal que se venía obteniendo de la película (que es sin dudas uno de los aspectos que más atrapa al público) se desvirtúa, se difumina y cambia radicalmente a sumir a la audiencia a una nube de cursilería, con un chiste por un lado y canciones tristes y melodramáticas por otro y así pretende arrastrarnos a un mundo que quiere ser real pero que está manejado con más matemática que corazón.
Bajo la misma estrella” es torpe, absurda y manipuladora, una película demasiado fácil de destruir. Es el “boom” de los jóvenes ahora ya que toca temas sensibles, el amor y su imposibilidad, el tiempo, el misterioso destino, la vida. Se maravillan, se emocionan, salen conmovidos del cine, sin embargo, en vez de comprender (que no es lo mismo que justificar) eligen no entender y no entender generalmente camina de la mano con criticar libremente en espacios virtuales, con sus amigos y formar parte de la opinión pública sobre una película en determinada región, donde se prefiere la alteración y exaltación con un hecho superficial, que el detenerse a razonar su contenido, lo que nos aporta y que clase de “amor sufrido” o de telenovela nos está aportando y haciendo ver como “realidad”.
En cuanto a la actuación seguramente los fanáticos de sagas cinematográficas estarán familiarizados con Shailene Woodley (protagnonista) gracias a títulos como 'Los descendientes' (2011) o 'Divergente' (2014), Sin embargo, Woodley se reencuentra en 'Bajo la misma estrella' con Ansel Elgort (también protagonista) quien ya había dado vida a su hermano en 'Divergente'. La cuestión es que, dentro de unos límites impuestos por el guión y la trama monótona, aburrida y que busca permanentemente la lágrima, ambos manejan bastante bien el rol del sufrimiento y dolor que exige la película. En este sentido el espectador se somete al “algo es algo” y se conforma con la actuación aceptable. Pero no dejará de criticar lo que nos ofrece “Bajo la misma estrella”…un trailer delicado y prometedor que termina cayendo en lo simple, lo ordinario y lo burlesco de los romances truncados de las novelas adolescentes.




 

No hay comentarios:

Publicar un comentario