Tres
metros sobre el cielo es
un drama romántico que narra la historia de las relaciones de mundos
opuestos. Hugo Olivera Castro, también llamado “ache” es un
joven apuesto y muy liberal, le gusta la velocidad y vivir la vida al
extremo junto con su mejor amigo Pollo. Babi, pertenece a un mundo en
el que parece sentirse cómoda; protegida por unos padres bien
posicionados, una educación estricta, así como los privilegios de
ser una niña de bien, junto con su mejor amiga Katina ,asisten a uno
de los colegios más reconocidos y exigentes. Hache y Babi, viven
una relación intensa en donde ambos aprenderán lo que significa el
primer gran amor, mientras que a la vez deberán luchar contra los
constantes problemas que se les presentan.
Babi
es una chica que tiene miedo de ser salir de ese modelo de hija, en
la alta sociedad. Hugo es un chico con problemas de ira y una moto...
ya de por si un chico malo mas una chica bien desencadenan un amor
prohibido. Pero esta novela trata de muchísimo más. Toma en
cuenta la amistad, el apoyo familiar y los errores de la
adolescencia.
En
parte entiendo por qué Babi decide dejar a Hugo (él es muy violento
y siempre está arreglando todo con amenazas y a las piñas) pero no
lo veo como una causa totalmente justificante, él tiene que
cambiar, sí, pero ella
no está hecha para apoyarlo. Ella quiere estar con alguien que
su familia aprecie, con una persona que pueda ir a las
fiestas cosas de niños ricos y que no reaccione a las malas con
alguien por el primer insulto que reciba. Si yo hubiese estado
en el lugar de Babi nunca lo dejaría ir, me conmovió muchísimo Hugo,
tanto con su personalidad como con sus problemas. Es evidente que él
necesitaba algo por lo cual vivir, algo que lo haga luchar pero Babi
no fue lo suficientemente compañera, ella no lo comprendía.
La película
provoca que durante
el desenlace haya un choque de sentimientos risa, encanto contra
angustia y tristeza mas hacia el final de la misma, esta película
hace que el lector
sienta la impotencia que los mismos personajes sientan para hacer
notar ese choque de sentimientos de algo deseable pero a la vez
prohibido o más bien diferente
Me
gustó mucho porque es una novela divertida pero posee una especie
de esencia sentimental, realista.
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