miércoles, 5 de noviembre de 2014

Crisis del ébola y su exageracion

Por Matías Colazzo

La enfermedad del ébola es una enfermedad infecciosa muy grave, para la cual no hay cura alguna y tiene un 90% de mortalidad, que afecta tanto a seres humanos como otras especies de mamíferos, el cual fue identificado por primera vez en el Congo en el año 1976, aunque la primera epidemia se hayo en Guinea en el 2013.
El virus del Ébola se introduce en la población humana por contacto estrecho con órganos, sangre, secreciones u otros líquidos corporales de animales infectados. En África se han documentado casos de infección asociados a la manipulación de chimpancés, gorilas, murciélagos frugívoros, monos, antílopes y puercoespines infectados que se habían encontrado muertos o enfermos en la selva. Posteriormente, el virus se propaga en la comunidad mediante la transmisión de persona a persona, por contacto directo (a través de las membranas mucosas o de soluciones de continuidad de la piel) con órganos, sangre, secreciones, u otros líquidos corporales de personas infectadas, o por contacto indirecto con materiales contaminados por dichos líquidos.
El ébola se esparció por el noroeste de áfrica donde los países más afectados por el brote actual son Guinea, Liberia y Sierra Leona.
Por bastante tiempo el virus logro ser contenido en el noroeste de África , por lo cual las autoridades no estaban gravemente preocupadas pero ahora se han detectado un par de casos en Europa principalmente España y un caso en NY (Estados Unidos) por lo cual la OMS esta tomando acciones directas contra el virus.
Esto ha causado algunos problemas sociales y políticos, Australia a cerrado sus puertas a países afectados por el ébola evitando así un posible contagio aunque también a donado 18mil dolares australianos (16 mil estadounidenses) para combatir la enfermedad pero no proporcionara personal.
Varios países integrantes de la OMS en enviado personal especializado hacia zonas infectadas por el ebola, lo preocupante es que han muerto 5 especialistas por contagio.
Aun así el ébola no es la peor enfermedad a la cual hay que temer, el miedo generado por el sensacionalismo desdibuja el alcance real de la epidemia, así como su relación con los problemas socioeconómicos del continente africano


En una entrevista con Roger Bernat Landoni (médico patólogo, profesor titular jubilado de la Universitat Rovira i Vorgili, de Tarragona, y miembro de la Asociación Catalana en Defensa de la Salud Pública.) se comenta lo siguiente:


A pesar de su gravedad, hay enfermedades, como la malaria, que matan a muchas más personas que el ébola.


En términos de morbilidad y mortalidad hay otras enfermedades mucho más importantes, como el Vih, la malaria, la tuberculosis y las diarreas infectocontagiosas. Es recomendable una gestión organizada que asocie a médicos, epidemiólogos, biólogos e investigadores, y que permita mantener el sentido común para reaccionar de forma proporcionada. Tanto los gobiernos africanos como la comunidad internacional parecen incapaces de gestionar el riesgo de estas enfermedades, aterrorizados como están por la resonancia mediática, el miedo a equivocarse y la falta de una red sanitaria fiable.
En la continuación de la entrevista se ve que el ébola en el occidente no afectaría de igual manera que en África.
A falta de vacuna, ¿cuál es el tratamiento habitual contra el ébola?


La necesaria ayuda internacional ha de centrarse en la única estrategia terapéutica existente: el suministro y administración de suero anti-ébola lo más inmediatamente posible.


Los sueros aplicados hasta la fecha no garantizan la curación: algunos pacientes sanan, otros fallecen. En la respuesta del organismo al suero, ¿inciden otros factores determinantes, como la edad, la constitución física, haber padecido otras enfermedades?


Por supuesto que estos determinantes influyen negativamente en la respuesta terapéutica (sérica o no), como ocurre en otras muchas enfermedades. También inciden el género, la clase social, y el nivel educacional que facilita el acceso a la deficitaria infraestructura sanitaria pública o privada. Esos mismos determinantes inciden en la extensión de la epidemia de ébola.


¿Podemos decir que las personas occidentales, que solemos estar mejor alimentadas y disponemos de condiciones de vida más higiénicas, sufriríamos el ébola con menor riesgo de muerte?


Efectivamente. Para empezar, no tenemos necesidad de alimentarnos con alimentos inseguros (carne de animales hallados muertos), ni de manipular la carne de esos animales sin garantías de higiene mínimas. Solemos tener una alimentación proteica suficiente, que proporciona los “ladrillos” de la barrera inmunitaria.
El ébola es mas un miedo generalizado por acciones de noticieros que exageran de lo que esta enfermedad es capaz, aunque es verdad que ah causado varias muertes en África aunque la OMS no comenzó a actuar verdaderamente hasta que se vio un caso en Europa.




Toda la información sacada para poder escribir este trabajo fue de la pagina principal de la OMS, el diario de Madrid , Brecha (una pagina de internet uruguaya) y Excélsior (una pagina de internet mexicana)





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