El
programa televisivo “Verano perfecto” es emitido de lunes a
viernes a las 14 hs en canal 12. Es planteado como un programa de
espectáculo, que inicialmente buscaba opinar, criticar y divertirse
con los famosos de Uruguay, hecho que se desvirtuó ya que cada vez
el país se deja más de lado y se recurre a la farándula de la
vecina orilla. El programa es conducido por un periodista con muy
poca experiencia televisiva, lo que causa que salgan al aire errores
de organización, confusiones y descuidos reiteradas veces. Cuenta
con un panel de cuatro personas no pertenecientes al rubro
periodístico que no toman con seriedad las propuestas o invitados,
llegando a tratar temáticas de sensibilidad arbitrariamente, mal
informados sin respeto hacia la privacidad u opiniones contrarias.
¿Es el uruguayo promedio el que se sienta a ver este tipo de
programas toda la tarde? ¿Por qué el repetir una constante de
palabras, conductas y actitudes que encontramos precisamente en
Argentina? ¿Hay real material e interés en Uruguay ara realizar un
programa de “chimentos”?
El
problema de ser el espejo de la TV del otro lado del Río se ha
convertido en una realidad, en la cual un grupo de 5 personas hablan
y juzgan libremente la vida personal y profesional de mediáticos y
colegas sin ningún tipo de consideración ni filtros. ¿Qué valores
aporta? ¿Qué es lo diferente, el distintivo que lo hace un programa
uruguayo? La diversión y el concepto de entretenimiento de programas
como “Verano perfecto” distorsionan el sentido de estar mirando
televisión. Sentados frente a un aparato que nos cuenta y expone lo
interior del ser humano como promoción y numero de rating. ¿Qué es
lo creativo? ¿A dónde se apuesta al profesionalismo? ¿Qué es lo
que estamos consumiendo con “Verano Perfecto”?
No
hay dudas que en “Verano perfecto” se intente tocar el humor
dentro de los tópicos que trata, pero lo cierto es que carece de
buena recepción por el público, los chistes son monótonos,
aburridos y muchas veces internos, lo que hace perder al espectador
dentro de los códigos de producción, conductores y panelistas. No
hay límites en cuanto a los temas que forman parte del
entretenimiento, los sarcasmos y las alusiones
a los colegas de otros canales son parte diaria del humor de este
programa.
Lejos
de informar a la gente sobre el mundo y los sucesos interesantes en
él, “Verano Perfecto”
es encargado de transmitir, opinar y valorar a los artistas uruguayos
y argentinos, pero no desde el ámbito profesional sino que desde el
ámbito personal, aportando datos, problemáticas y hechos
irrelevantes para cualquier persona que no tenga directa conexión
con el mundo del espectáculo. Los momentos didácticos y provechosos
del programa son los más reducidos y a los que de parte del canal y
la producción se les resta importancia. Periodistas totalmente
desentendidos del tema, modelos y personas con un cargo con odio han
sabido ocupar un lugar en el estudio y jugar a ser opinólogo y
periodista de la vida de figuras conocidas de los medios, cuyos
hechos rozan lo ridículo y lo absurdo. No hay que negar que
evidentemente este tipo de programa existe porque hay un público que
lo consume,
pero claro está que no se puede pretender inculcar el respeto, los
valores y la seriedad a las nuevas generaciones si se está mirando
diariamente
programas de este calibre.
El
entretenimiento pasa por otro lado, y seguramente no sea tan fácil
como encargarse de asuntos extranjeros o minúsculos, pero vale la
pena tomar conciencia y razonar lo que estamos mirando, aprendiendo y
transmitiendo.
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